Testimonios de Vida Completos
HISTORIAS DE VIDA
Omar Campo
Oriundo de Manizales ha permanecido desde que era un niño de 7 años en la institución
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“Omitar” nos permite día a día evidenciar nuestro quehacer institucional traducido en realidad. Como nos lo pide San Vicente, quien llega a esta céntrica casona de la ciudad blanca, encuentra una familia que los acoge, protege y cuida.
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Omitar tiene una deficiencia intelectual y de desarrollo, que lo convierten en único y especial.
Adulto mayor de 67 años nacido en el municipio de
Almaguer – Cauca
Desde hace años llegó a la institución para enseñarnos, como el mejor de los maestros, qué es ser noble y único. Son innumerables las acciones, momentos, detalles y horas de sincera alegría que hacen de su presencia un invaluable regalo. A lo largo de los años ha creado su propio lenguaje, convirtiéndonos generosamente en bilingües de corazón.
Su cátedra es magistral y en silencio.
Neftalí es sordomudo, nos entrega a través de su condición especial un pasaporte para vislumbrar el mundo ideal donde la magia es la gran protagonista. GRACIAS por tanto, estamos en permanente deuda ante tal generosidad.
Neftali Moncayo
Graciela Fernández
Son más de 70 años que “Gracielita” ha permanecido en la Fundación Hogar.
Mujer noble, espiritual, de grandes principios y valores. Llegó siendo una niña en la época en que funcionaba en estas instalaciones un orfanato. Con el paso del tiempo hemos sido testigos del desarrollo de sus talentos: protectora maternal con otros niños, maestra de la panadería, prestante integrante del coro del Orfeón Obrero, enfermera, cuidadora de otros adultos, compañera fraternal y formadora “ad honorem” de las religiosas.
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La gran anfitriona, a sus 80 años nos recuerda con su presencia nuestro objetivo misional de servicio y razón de ser. Gracielita encarna nuestra lucha diaria y “maduración” como institución. Gracias infinitas por lucir con gallardía el cabello blanco y engalanar nuestra institución.
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El niño mono” así fue el titular de gran impacto en la ciudad de Popayán cuando llegó a las instalaciones del ICBF
“. Sin nombre, sin civilización, sin futuro aparente, fue traído a nuestras instalaciones para convertirse en nuestro Pedrito Picapiedra. El relato cita que fue encontrado en la selva de Nariño por unos cazadores, después de permanecer perdido en ella por varios años. su única propiedad: unas piedras que atesora; son su identidad y carta de presentación.
Pedrito encontró en la Fundación su hogar y familia. Hoy en día hasta en el ministerio de salud y protección preguntan por Pedrito y sus piedras. GRACIAS Dios Padre por permitirnos servirlo y aprender de su infinita fragilidad.
Pedrito Picapiedra
Alcibíades Díaz
Memoria envidiable, artesano, cuentero, aficionado a pintar mándalas, relator de historias.
Le sorprende tanto la tecnología como no ver agricultura, animales ni alimentos como antes. Recuerda con nostalgia las clases de catecismo, urbanidad y geografía. Para él, aun el dinero es en centavos. “yo he andado en lugares muy tristes, recogiendo conocimientos pá tener que contar a los demás”, “hay gente que se muere antes de tiempo porque no viven, así sea con dolor uno se debe parar, así como el sol, que no se cansa de salir todos los días”.
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Hombre solitario de 97 años “yo he andado en buenos pasos”, soy el ultimo que queda de 8 hermanos… nooooo que tal, el que se ponía pantalones cortos.
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Un destacado graduado de la vida, pasa los días recorriendo los pasillos o sentando pintando o creando, así de simple es la vida ahora… antes no había tantos aparatos pero pobremente éramos felices. Gracias don Alcibíades por enriquecernos con tanta sabiduría.
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Adulta mayor de 78 años, quien reside en la Fundación Hogar desde hace 20 años.
Mujer empodera y ejemplar. Pese a ser invidente de nacimiento era la encargada de atender, cocinar y lavar en su familia.
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Sus grandes compañeros y motivación: Danilo, Simeon y Pablito; sus peluches, sus niños a quienes les cose la ropa, manillas y nunca desampara.
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Mujer de fe, principios y que de manera permanente nos regala su bendición y oraciones “para que nunca nos falte ni lleguen las enfermedades”.
